Circuncisión
La
circuncisión etimológicamente “significa corte en circulo”. Este tipo de corte
se realiza en el marco de una intervención quirúrgica ya sea profesional o
rudimentaria y consistente en separar el prepucio del miembro viril, dejando así
al descubierto el glande. Esta actividad se lleva a cabo fundamentalmente por
motivos religiosos, culturales o médicos. Históricamente la circuncisión se
menciona en el siglo V antes de Cristo por Herodoto, que la nombra en el
segundo libro de sus Historias y le atribuye su origen a una costumbre egipcia (como
muestran los frescos que representan una circuncisión practicada con una piedra
de sílex en un hombre de pie). Esta práctica es la más antigua en el ámbito
religioso ya que lo encontramos en el judaísmo, concretamente en el Tanaj (biblia
judía). En él se afirma que el patriarca Abraham fue circuncidado por orden
divina. Según Abraham, Dios se le apareció y le indicó su voluntad con el
pueblo judío (Génesis, XVII) como un modo de unirse a él. Como los hebreos, los
judíos actualmente siguen practicando la circuncisión al octavo día del
nacimiento del niño como indica el Tanaj (brit milah, alianza). En este caso el
padre es el responsable de preparar la ceremonia y debe realizarse por la mañana
temprano precedida siempre por una vigilia de oraciones que hacen referencia al
pacto entre Yavé y Abraham (Gén. 17:4). El ritual se lleva a cabo con motivo
del ingreso en la familia judía por lo que debe ser aprobado por un bet-din (tribunal
de rabinos) y se debe llevar a cabo además de la circuncisión, en el caso de
los varones, una Inmersión en una pileta ritual y una ofrenda en el Templo (omitido
a falta de un Templo en Jerusalén). Con el cristianismo, vemos como no se
fuerza la circuncisión como forma de salvación de manera que incluso el apóstol
Pablo se oponía a la costumbre judía aunque se llevaba a cabo en algunos casos
por tradición. De este mismo modo, en el Islam continúan practicándose aunque
se lleva a cabo más por tradición que por religión ya que no hace mención explícita
Corán. Esto nos muestra que ya se utilizaba en tiempos prehispánicos y preislámicos
(solo la escuela shafií la lleva a cabo) pero no se instauró como practica
obligatoria. Junto con la no obligatoriedad tampoco queda clara la edad pero en
muchos casos suele practicarse en el mismo nacimiento o hasta los siete años (antes
siempre de la pubertad). Todas las prácticas independientemente de la religión
se viven en el seno familiar como una fiesta en la cual el niño recibe regalos
a modo de bienvenida. Sin embargo, con el paso de los siglos esta actividad ha
ido modelándose y adquiriendo nuevos significados como vemos a finales del
siglo XIX en Inglaterra cuya justificación la encontramos en una acción
preventiva contra la masturbación y la prevención de la sífilis. Sin embargo en
la actualidad la circuncisión masculina sigue siendo un indicador de la jerarquía
y la diferencia social. Durante los imperios árabes y otomanos, en la Alemania
nazi, en la división social de la India y también en los recientes genocidios
de Bosnia y Timor Oriental.
El
hecho de estar circuncidado era también un sinónimo de consecuencias sobre el
trato hacia la persona lo que suponía malos tratos, tortura o incluso la muerte
en el caso de no ajustarse a la norma social. Este hecho suponen un cambio en
la actual perspectiva y es que ya no se trata de un hecho aparentemente neutral
si no que se convierte en un acto con una gran carga de significado social. Tanto
en el caso masculino como en el femenino es casi siempre un acto fuertemente político
con profundas consecuencias individuales y sociales, que imponen sobre los demás
quienes tienen el poder y apelan a los intereses más amplios del bienestar público.
En muchos entornos se ha relacionado la circuncisión con la ablación dado que
son considerados ambos como mutilaciones genitales de tejidos sanos y
funcionales que va contra la naturaleza humana y supone en ambos casos la
violación de la integridad física y contra la voluntad del niño que no tiene
voz ni voto. Por otro lado, la circuncisión y la salud hasta nuestros días han
estado muy ligadas ya que estudios médicos demuestran que existe una relación
clara entre esta operación y las infecciones urinarias pero sin embargo resulta
aún polémica la relación de este con las infecciones por VIH y cáncer de pene. En
la actualidad es muy común realizarla por motivos higiénicos por parte de urólogos
y se recomienda evitarla si no se va a realizar por parte de personal médico
debido a los riesgos que supone para la salud del niño o adulto.
Bibliografía
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