Antropofagia
La antropofagia o canibalismo es la práctica de alimentarse
de miembros de la propia especie, es decir, carne humana. Esta práctica pueden
llevarla a cabo tanto animales dentro de su propia especie como personas pero
sobretodo hace referencia a humanos. El término proviene de la palabra “caniba”
del idioma taíno originario de la etnia arawak. Su significado es “enemigo” y
para el mundo occidental su significado etimológico es “comedor de carne humana”.
Podemos decir que este concepto es de los más estudiados por la antropología no solo el hecho en sí sino
también la propia aceptación y la criminalización (relativismo cultural). Socialmente
se rechaza totalmente esta práctica y está penada legalmente pero aún así podemos
encontrar casos en sociedades occidentales actuales que se relacionan con
situaciones extremas de hambre, criminales o personas con problemas psicológicos
graves. En el ámbito psicológico, el canibalismo es el resultado de impulsos
agresivos-orales no controlados y por tanto un acto antisocial (caníbal de
Rottenburg). Este acto forma parte de un deseo enfermizo de dominación en el
que el comensal tiene el control absoluto y la victima se materializa y pierde
su humanidad. Parece que su origen lo encontramos en lo que llamamos “canibalismo
ritual” y este servía como ofrenda a los dioses con el fin de obtener la fuerza
y el valor del guerrero “comido”. En el contexto guaraní, el caníbal era la
persona que acumulaba energía con el paso de los años y que posteriormente
utilizaba ese poder acumulado para expandir su conciencia y trascender los límites
de la existencia cotidiana accediendo a lo que en términos cristianos equivaldría
al “cielo” (aguyé). Por ello alimentarse de otra persona suponía consumir su
personalidad y su cuerpo lo que le daba energía fundamental imposible de
obtener mediante alimentos comunes (antropofagia selectiva).
Esta actividad se atribuye de manera basta y hasta con
tintes xenófobos a tribus y etnias remotas pero fundamentalmente en esta
actividad destacan los poblados nativos amazónicos, los aztecas, los pigmeos y
poblaciones próximas al río Congo o las tribus Korowai y Fore de Nueva Guinea. Sin
embargo, se han encontrado muestras de esta actividad en varios puntos de
Europa a lo largo de la historia. Uno de los más destacados de la prehistoria
se encuentra en Atapuerca (Gran Dolina). En ella se encontraros restos de
huesos que demuestran que se llevó a cabo la practica del canibalismo y que muy
posiblemente no estuvo motivado por la hambruna sino por canibalismo “gastronómico
ancestral”. Por otro lado si analizamos las fuentes de que disponemos no todas
deben interpretarse del mismo modo. Muchas veces el canibalismo se ha utilizado
como propaganda contra los poblados enemigos con el fin de acusar y así justificar
toda crueldad contra ellos. Un ejemplo de esto lo vemos con los hechos que se
llevaron a cabo durante la conquista. Existen testimonios escritos que explican
que Cristobal Colón encontró en la isla de La Española nativos que practicaban
la antropofagia. Otro ejemplo de estas intenciones lo vemos en fuentes escritas
que describen como los caribes atacaban a los arawark, clanes enemistados,
secuestrando niños que criaban para después comérselos. Sin embargo no todo el
canibalismo se ha llevado a cabo como forma de agresión sino que en varias
ocasiones el canibalismo se ha justificado como es el caso del canibalismo por
hambre en periodos de guerra o en situaciones in extremis. El hambre en estas
situaciones amenaza la propia existencia y la desesperación llega a tal punto
que se saltan forzosamente los valores morales prevaleciendo la supervivencia
del individuo.
Bibliografía
W. Arens (1981) “El mito del canibalismo: antropología y
antropofagia.” Siglo XXI, México. Arens, William
D. Martínez “Antropofagia: Hábito y ritual en América Latina”
Aisthesis nº38 (2005):251-265, Chile
J. Cazeneuve (1979). Sociología del rito. Madrid: Paidós.
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