viernes, 13 de julio de 2012

El ser humano, ese gran desconocido

Antropofagia

La antropofagia o canibalismo es la práctica de alimentarse de miembros de la propia especie, es decir, carne humana. Esta práctica pueden llevarla a cabo tanto animales dentro de su propia especie como personas pero sobretodo hace referencia a humanos. El término proviene de la palabra “caniba” del idioma taíno originario de la etnia arawak. Su significado es “enemigo” y para el mundo occidental su significado etimológico es “comedor de carne humana”. Podemos decir que este concepto es de los más estudiados  por la antropología no solo el hecho en sí sino también la propia aceptación y la criminalización (relativismo cultural). Socialmente se rechaza totalmente esta práctica y está penada legalmente pero aún así podemos encontrar casos en sociedades occidentales actuales que se relacionan con situaciones extremas de hambre, criminales o personas con problemas psicológicos graves. En el ámbito psicológico, el canibalismo es el resultado de impulsos agresivos-orales no controlados y por tanto un acto antisocial (caníbal de Rottenburg). Este acto forma parte de un deseo enfermizo de dominación en el que el comensal tiene el control absoluto y la victima se materializa y pierde su humanidad. Parece que su origen lo encontramos en lo que llamamos “canibalismo ritual” y este servía como ofrenda a los dioses con el fin de obtener la fuerza y el valor del guerrero “comido”. En el contexto guaraní, el caníbal era la persona que acumulaba energía con el paso de los años y que posteriormente utilizaba ese poder acumulado para expandir su conciencia y trascender los límites de la existencia cotidiana accediendo a lo que en términos cristianos equivaldría al “cielo” (aguyé). Por ello alimentarse de otra persona suponía consumir su personalidad y su cuerpo lo que le daba energía fundamental imposible de obtener mediante alimentos comunes (antropofagia selectiva).

Esta actividad se atribuye de manera basta y hasta con tintes xenófobos a tribus y etnias remotas pero fundamentalmente en esta actividad destacan los poblados nativos amazónicos, los aztecas, los pigmeos y poblaciones próximas al río Congo o las tribus Korowai y Fore de Nueva Guinea. Sin embargo, se han encontrado muestras de esta actividad en varios puntos de Europa a lo largo de la historia. Uno de los más destacados de la prehistoria se encuentra en Atapuerca (Gran Dolina). En ella se encontraros restos de huesos que demuestran que se llevó a cabo la practica del canibalismo y que muy posiblemente no estuvo motivado por la hambruna sino por canibalismo “gastronómico ancestral”. Por otro lado si analizamos las fuentes de que disponemos no todas deben interpretarse del mismo modo. Muchas veces el canibalismo se ha utilizado como propaganda contra los poblados enemigos con el fin de acusar y así justificar toda crueldad contra ellos. Un ejemplo de esto lo vemos con los hechos que se llevaron a cabo durante la conquista. Existen testimonios escritos que explican que Cristobal Colón encontró en la isla de La Española nativos que practicaban la antropofagia. Otro ejemplo de estas intenciones lo vemos en fuentes escritas que describen como los caribes atacaban a los arawark, clanes enemistados, secuestrando niños que criaban para después comérselos. Sin embargo no todo el canibalismo se ha llevado a cabo como forma de agresión sino que en varias ocasiones el canibalismo se ha justificado como es el caso del canibalismo por hambre en periodos de guerra o en situaciones in extremis. El hambre en estas situaciones amenaza la propia existencia y la desesperación llega a tal punto que se saltan forzosamente los valores morales prevaleciendo la supervivencia del individuo.




Bibliografía

W. Arens (1981) “El mito del canibalismo: antropología y antropofagia.” Siglo XXI, México. Arens, William
D. Martínez “Antropofagia: Hábito y ritual en América Latina” Aisthesis nº38 (2005):251-265, Chile
J. Cazeneuve (1979). Sociología del rito. Madrid: Paidós.

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